Connect with us

Nacional

Comercio chino asfixia al Centro Histórico de la CDMX

Published

on

CDMX (25 de agosto de 2025).- Entre montañas de mercancía, pasillos saturados y bodegas improvisadas, el comercio tradicional en el Centro Histórico de la Ciudad de México ha cedido espacio a un fenómeno que en los últimos años ha transformado por completo la dinámica económica, social y urbana de la zona, se trata de la presencia y expansión del comercio chino.

Lo que hace una década era un crecimiento discreto hoy es una invasión con más de tres mil 500 establecimientos asiáticos, que representan cerca del 20 por ciento del total de comercios en el corazón capitalino. Su presencia se extiende desde la calle de Peña y Peña hasta Manuel Doblado y Bolivia, donde el cambio en la vocación comercial es evidente. Los escaparates tradicionales de vestidos de novia, muebles y telas han sido reemplazados por locales que ofrecen desde ropa de imitación hasta electrónicos a precios que resultan imposibles de igualar para el comercio formal.

De acuerdo con datos de organismos empresariales, el comercio local registró pérdidas de hasta 65 mil millones de pesos, mientras que la falta de control en la entrada y distribución de mercancías provocó una evasión fiscal estimada en 38 mil millones. En negocios familiares con décadas de historia, las ventas cayeron hasta 60 por ciento, una cifra que para muchos pequeños comerciantes es simplemente insostenible.

La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (CANACO CDMX) realizó un diagnóstico que reveló el crecimiento explosivo de bodegas y plazas comerciales operadas por empresarios chinos. El análisis identificó más de 600 bodegas y plazas funcionando de manera irregular, algunas de ellas en edificios históricos, estacionamientos reconvertidos o incluso en departamentos habitacionales.

Los nuevos negocios operan con una lógica de mercado agresiva: mercancías descargadas de madrugada por tráileres, redes de distribución informales con cientos de “diableros” movilizando cargamentos y una presencia cada vez más visible en espacios públicos. Incluso, se ha detectado el uso de supuestas organizaciones indígenas como fachada para la comercialización masiva de productos asiáticos.

A este panorama se suma el reetiquetado de productos como “Hecho en México”, una práctica que no sólo engaña al consumidor, sino que mina la reputación de marcas nacionales y evade controles de calidad.

FUENTE: Yo Influyo

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *